La falacia de la plaza de toros de Acho

Página Toros del diario Todo SPORT - TOROS+ Wilfredo Facho 

Por Vladimir Terán/ TAUROMAQUIAS 

▶ Ecos históricos de la Feria taurina del Señor de los Milagros 

Durante casi cinco siglos de tradición en Lima, las corridas de toros han sido un espectáculo que ha unido a las distintas clases de la sociedad. Y no solo en los tendidos o graderíos. Durante el virreinato, los estoqueadores españoles se acompañaron de cuadrillas de subalternos nacionales, quienes provenían de las haciendas donde se criaban los toros y competían en el conocimiento de las reses con los hispanos.

Cuándo se inauguró la plaza de Acho, en 1766, los toros ya estaban metidos en el tuétano de la sociedad limeña y 55 años después, al perder los españoles el poder, fueron los lidiadores locales quienes se hicieron cargo de la fiesta, especialmente los afrodescendientes. Es así que, ya en plena república, deslumbra la figura del legendario Ángel Valdez, el Maestro.

Los festejos taurinos fueron aquí el único espectáculo de masas hasta hace un siglo cuando se popularizó el fútbol y, posteriormente, los conciertos. Sin embargo, ni estos fenómenos ni el animalismo rampante, ni la pandemia, han sido las principales causas del reciente ausentismo de la afición en la plaza de abajo el puente.

La remodelación de Acho, en 1944, la acondicionó para el recibimiento multitudinario a las figuras del toreo. Con los años fueron desapareciendo festejos como los de la histórica temporada de verano, la corrida de la Facultad de Medicina de San Marcos, la de beneficio de los bomberos o las tardes taurinas de provincias. Este siglo, solo Sancos (Ayacucho) y Cajatambo (sierra de Lima) han organizado un par de eventos.   

Mientras la tauromaquia goza de gran popularidad en el Perú, con 700 festejos al año en plazas que se levantan desde Cajamarca hasta Puno; en Lima, la visión que la mayoría tiene de la feria de Acho es la de un espectáculo para millonarios.  

En la novela Un mundo para Julius (1970), Bryce Echenique satiriza a los hombres de la aristocracia limeña, que se ponían a fumar puros y a hablar como españoles un mes antes de la temporada de octubre. El estereotipo se ha implantado con el tiempo y se recalca cada año en las redes sociales y en los reportajes televisivos. 

Toda una falacia. Si bien es cierto que la Feria del Señor de los Milagros es un espectáculo frecuentado por las élites, los que siempre han llenado la plaza -con capacidad para 13000 almas- han sido los aficionados de todos los estratos, especialmente los provenientes de las ciudades taurinas del interior.

El problema es que son los funcionarios de la Beneficencia de Lima, la propietaria de la plaza, quienes más creen que Lima está llena de padrastros de Julius. Convencidos de tener entre las manos a la gallina de los huevos de oro, la desollan viva año tras año, cobrando sumas estratosféricas por el derecho de piso, convirtiendo a las corridas en el  espectáculo más caro de la ciudad y a la plaza, en la más cara del mundo.  

También para las empresas adjudicatarias el objetivo parece ser el mismo que hace 75 años: los puntos de venta de las entradas, los ómnibus y paneles publicitarios, se dirigen solo al público de Miraflores, San Isidro, Surco y La Molina. A la vez, se reduce al máximo la inversión y el aficionado llega molesto porque ahora tiene que imprimir su entrada en una hoja de papel bond.    

Está ya bien avanzado el siglo XXI ¿cuándo se va a publicar un estudio hecho en todos los distritos de Lima, que identifique los nichos de mercado donde se encuentran los aficionados provenientes de todas las provincias taurinas? Estos no pensarían dos veces en acudir a la Feria del Señor de los Milagros si los organizadores se dirigieran a ellos.

Debemos mirarnos en el espejo de México, Ecuador o Colombia, donde se ha ahuyentado a la afición con un espectáculo a la medida de las figuras del escalafón o con entradas que se acercan al 50% del salario mínimo vital. 

CARTELES DE LA SEMANA 

- CHECAYANI, Azángaro (Puno). Tradicional corrida en honor a la Santísima Virgen Inmaculada Concepción.  

Viernes 8 de diciembre. Festejo goyesco. Toros de la casa, de la familia Torres Carcaasi, para las figuras nacionales Juan Carlos Cubas, Alfonso de Lima, el matador español Oliva Soto y el novillero peruano Julio Alguiar.

- MACUSANI, Carabaya (Puno). Tradicionales tardes taurinas en honor a la Santísima Virgen de la Inmaculada Concepción en la plaza de toros más alta del mundo, la Monumental Allinccápac, ubicada a 4,387 m s. n. m.

Domingo 10 de diciembre. Toros arequipeños de ,Campo Bravo de Viraco, para el matador peruano Alfonso de Lima, el mexicano Luis David Adame y el español Manuel Perera. La música estará a cargo de  la banda Monumental Ayacucho. Los alferados son Justo Zuluaga y esposa Nohemí Ramos e hijos Miguel, Eduu y Kriss.

Lunes 11 de diciembre. Duelo ganadero entre los hierros de Checayani (Azángaro, Puno) y de Colorado (Colloni, Ayacucho) para el matador español Rafael Rubio ‘Rafaelillo’, el colombiano Cristóbal Pardo y el peruano Juan Carlos Cubas. La banda será la Armonía Brass Señor de la Ascensión, de Puquio y los alferados: Juan Alberto Quispe Apaza y esposa Lucía Enríquez e hijos Carlos y Thania, con la asesoría y gestión de TauroArte Perú.

Toros de la ganadería Colorado para la segunda tarde de Macusani.

DANIEL LUQUE GANA LA PRESTIGIOSA OREJA DE ORO 

(EFE). El diestro sevillano Daniel Luque ha ganado el trofeo la Oreja de Oro, uno de los premios más clásicos y prestigiosos de la tauromaquia que el programa Clarín, de Radio Nacional de España, concede al triunfador de la temporada taurina y que ya ha alcanzado su 56 edición.

Por su parte, la ganadería de Victorino Martín ha sido designada por el mismo programa como acreedora del llamado Hierro de Oro, que, por duodécimo año, señala a la divisa de mejores resultados de la campaña europea y que la vacada extremeña recibe por tercera vez. Además, el diestro Julián López 'El Juli', recibirá una Oreja de Oro especial, en reconocimiento a su trayectoria de 25 años como matador de toros, en el año en que se ha retirado de los ruedos.

Estos premios, que se entregarán, como es costumbre, en una gala especial a celebrarse el próximo año, se fallaron durante la última edición de Clarín, que se emite por Radio 5, cuando se hizo la votación final entre los corresponsales y los oyentes del longevo programa entre los tres nombres más destacados de cada categoría elegidos anteriormente.

Daniel Luque, que gana este premio por primera vez en su carrera, recibió un total de 15 votos, por los siete de Borja Jiménez y los cinco de Morante de la Puebla, como segundo y tercer clasificados, respectivamente, mientras que la ganadería de Victorino Martín se hizo con el premio gracias a 20 de los votos, frente a los seis de Santiago Domecq y el único recibido por La Quinta.

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