¡Vamo Joaquín!... Galdós le cortó una oreja al único toro de la primera de Acho

Página Toros del diario Todo SPORT - TOROS+ Wilfredo Facho 

Por Vladimir Terán/ TAUROMAQUIAS 

▶ Se impuso a Andrés Roca Rey frente a un encierro malo y reparchado

▶ Bravo de El Olivar atenuó polvareda que nubló inicio de Feria del Señor de los Milagros

La bandera peruana que flameó inusualmente solitaria encima del tendido soleado de la plaza de Acho, fue testigo -el último domingo- del triunfo del matador peruano Joaquín Galdós frente a su compatriota Andrés Roca Rey en la primera corrida de la Feria del Señor de los Milagros.

Galdós cortó una oreja al único toro rescatable, su primero, en el mano a mano goyesco que se anunció con un encierro parchado de las ganaderías Paiján, San Pedro y Santa Rosa de Lima, y que finalmente fue remendado con los hierros de El Olivar y Los Azahares.  

Así, se presentaron cinco divisas. La mayoría de los astados no aparentaban el peso que figuraba en la tablilla y en esta no se consignó su fecha de nacimiento.

Galdós dejó entreabierta la Puerta Grande de Acho al fallar con la espada una lucida faena con su segundo toro y no tuvo opciones con el complicado último. Por su parte, Roca Rey hizo vibrar por un momento a los asistentes al sacar agua del pozo seco que fue su primero, abrevió con su segundo, protestado como novillo, y pasaportó a un quinto muy manso.  

Otra desazón la provocó, la nube de polvo que se levantó desde el ruedo pésimamente preparado. La arena de Acho estaba peor que la de la portátil de los pueblos. Increíble.   

RESEÑA. El primer toro de ROCA REY fue un castaño de San Pedro, con presencia, noble, pero soso. Con la muleta comenzó una buena faena por el pitón derecho y la banda le tocó Churumbelerías. Por el izquierdo no pasaba. Se le apagó muy pronto. Entonces, se metió entre los pitones, exponiendo, arrancando una faena jaleada donde pocos hubieran podido. Mató certeramente pese a que el puntillero "resucitó" a éste y otros después. Pitos al toro.

Su segundo, de Santa Rosa de Lima fue protestado de salida al grito de ¡Novillo! ¡Novillo! Era badanudito, rabilargo y astifino, pero escurrido y con cara de utrero. Sin seriedad para Acho. Recibió un picotón y salió suelto de los capotes. Le hizo un quite ceñido, pero ya nada tenía importancia para los tendidos, que abroncaron hasta el tercer tercio. Miró Andrés a las filas de sol y fue por la espada. Pitos al toro.

El último de Roca Rey fue un manso de salida, de Paiján, que se quiso regresar a los chiqueros. Recibió una pica muy breve. El tercio de banderillas se prolongó innecesariamente hasta que el juez decidió mejor cambiarlo con solo dos pares colocados. El manso se pega un tremendo choque contra las tablas cuando el sobresaliente se le cruzó delante y casi le arrolla. Permaneció enculado en tablas. No hubo faena posible. Lo mató magistralmente. Pitos al astado.

El primer toro de GALDÓS se llamó Lúcumo, de El Olivar (La Libertad), fue un jabonero, bravo en los tres tercios, pronto y fijo. Se lució recibiéndolo con templadas verónicas. Lo brindó al público. Inició bien aprovechando que embestía con calidad por los dos pitones. Lo fue llevando hacia los medios y, cuando iban por el tercio, ya sonaba la música. Remató estas series con un gran pase de pecho con el toro estirándose hacia el mirador de Ingunza, como en una pintura de Goyo Menaut. Se adornó con ceñidos molinetes y siguieron los muletazos con su particular empaque. Luego, repetidos circulares sin alejarse del bravo, que por momentos le encimaba. Le propinó una estocada y ni así abrió el hocico el animal. No lo descabelló y el público se enfrió mientras el burel barbeaba las tablas. Aplausos en el arrastre y le dieron vuelta al ruedo por cuenta del juez de plaza.

Galdós y Lúcumo, de El Olivar (📸 William Canales/ Entre Pitones).

Su segundo fue de Los Azahares, feo de tipo, aunque no protestado. El público estaba con Joaquín, acaso por ponerse del lado del más “débil” al estar al lado de la figura que representa Roca Rey. El toro fue picado al relance por el segundo picador. Enseguida, se dio tremendo costalazo. Comenzó con una buena tanda de muletazos que hicieron sonar pronto la música. En los medios, le sacó el fondo de casta. Su largo recorrido le permitió ejecutar redondos interminables. Falló con la espada. Silencio para el astado.

Aceptablemente presentado fue el cierra plaza, el único que recibió una vara completa, empujando el caballo hacia los medios. Galdós pidió el cambio de tercio sin probarlo. Con la pañosa, se le revolvía y rebañaba. Complicado para su estilo, pedía una lidia de aliño. No pudo acertar al primer intento con la espada.

FICHA. Domingo 29 de octubre. Algo más de media entrada en los tendidos. Hubo un minuto de silencio por los taurinos de Acho que partieron en el último año, en especial por Jorge Luis Pérez, tenaz defensor de la tauromaquia en el Perú, que falleció en la madrugada del mismo día. Encierro desigual, mayormente descastado, del que solo obtuvo buenas notas el 2.°, de El Olivar.

Andrés Roca Rey, pinchazo hondo que mata: silencio; entera, desprendida: silencio; entera, sin puntilla: silencio. Salió con palmas de la plaza. Joaquín Galdós, estocada entera que tarda en hacer efecto, una oreja; pinchazo y tendida que tarda: silencio. Cuartea más de una vez: silencio. Se retiró bajo el inexplicable silencio de los aficionados.  

INCIDENCIAS Y ANOTACIONES. 

Debutó la empresa colombo-peruana-hispana Consorcio América Taurina (CAT).

Algo que siempre impresionaba al entrar a Acho era ver la arena como un verdadero lienzo, bien regada, pero firme. Esta vez no estuvo apta para la lidia, por más que la regaban, interrumpiendo el espectáculo. Las líneas estaban marcadas cerca a los medios de la plaza, sin aparentar el tercio geométrico. Se extraña el buen trabajo que hacía Miguel Zapata Christiansen en el albero.

Lúcumo, de El Olivar, hijo de Lanudo, indultado por Álvaro Lorenzo en Acho 2018, es el prototipo del toro de Lima. Con trapío, sin ser atacado, pero serio, con cara de toro y buena culata. Eso sí, fue corniapretado, falto de cornamenta más ofensiva. 

La plaza no se llenó porque no se redujo el precio de las entradas como era perentorio. El paseíllo inició más de cinco minutos tarde y la salida del primer toro, recién después de la coreografía marcial de la Compañía Fanning de la Marina. Los ceremoniales bien pueden celebrarse media hora antes de la corrida. Los tendidos estaban sucios; los baños, sin agua; las pizarras, ilegibles. El programa de mano se redujo a una hoja.  

Ronald Sánchez se lució en el primer toro de la tarde. Entra de costado, pero se asoma y transmite. El banderillero español Francisco Durán ‘Viruta’, conocido por su desempeño en la cuadrilla de Roca Rey, pudo debutar con solvencia en Acho al tratarse de un mano a mano. Bien Darcy Tamayo y Nilton Canales pareando al último, que casi coge a César Díaz ‘El Yuca’ sino hubiera sido por un quite providencial de Roca Rey.  

En todos los puyazos se le tapa la salida al toro, venga a cuento o no para la lidia. El sobresaliente fue  César Bazán ‘El Yeta’.   

EL DOMINGO: FERRERA, EL FANDI, GINÉS Y ENTRADAS MÁS BARATAS

El próximo domingo 5 de noviembre hay expectación por ver el empaque, conocimiento y valor a prueba de cornadas del joven diestro español Ginés Marín. Junto a él, regresan Antonio Ferrera, candidato al Escapulario de Oro del año pasado, y David Fandila ‘El Fandi’, matador rehiletero cuya inclusión es criticable, pero siempre viene con el cuchillo entre los dientes. Se espera que la ganadería de Santa Rosa de Lima, de Alfredo Galdós, haya separado su mejor encierro.

Para esta tarde, se encuentran a la venta las entradas para corrida de toros más baratas de la temporada, en la plataforma Joinnus, desde S/ 169 en las filas 17 a 25 de Sol.

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