"Las corridas de toros forman parte de nuestro patrimonio artístico e histórico cultural... Es una grave equivocación creer que las corridas significan un acto de crueldad con los animales... Es una gran equivocación creer que si desaparecen las corridas, los toros bravos andarían por el campo, espantando mariposas con las colas. La verdad pura y simplemente es que desaparecerían ya que ellos existen única y exclusivamente en razón de las corridas..."
El nobel peruano Mario Vargas Llosa se ha pronunciado sobre el próximo fallo del Tribunal Constitucional del Perú en respuesta a la demanda presentada por los animalistas, quienes pretenden que las corridas de toros sean prohibidas en nuestro país. El célebre novelista arequipeño le ha respondido al presidente de la Asociación Cultural Taurina del Perú (*), Jorge Luis Pérez, quien le puso al tanto sobre el peligro que corren medio millar de festejos taurinos arraigados secularmente a lo largo del territorio nacional. Aquí el texto completo:
Madrid, 24 de abril de 2019
Mucho le agradezco su carta y me apresuro a contestarle por la alarma que me ha causado saber que las corridas de toros podrían estar amenazadas en el Perú si el Tribunal Constitucional acepta la demanda de los animalistas.
Las corridas de toros forman parte de la historia cultural de nuestro país, al que llegaron desde los albores de nuestra historia colonial. Ellas forman parte de nuestro patrimonio artístico e histórico y los peruanos tenemos el orgullo de poseer la plaza de Acho que, como es sabido, entre todas las existentes es la más antigua que existe en el mundo luego de la plaza de Ronda. Acho es un testimonio vivo de lo profundamente incrustada que está la fiesta de los toros en la historia peruana. Y me refiero a una historia integral del Perú y no exclusivamente a la historia ciudadana y costeña. Hace pocos años un antropólogo muy prestigioso, el doctor Juan Ossio (**), profesor de la Universidad Católica, explicó la integración que había experimentado en nuestro país la fiesta de los toros. Y una de nuestras novelas más representativas de la literatura peruana describe justamente una de estas corridas: me refiero a Yawar Fiesta, de José María Arguedas.
Es una grave equivocación creer que las corridas de toros significan un acto de crueldad con los animales. El toro bravo no es un animal pacífico ni mucho menos; lleva la violencia en su esencia misma y se realiza en el acto de la corrida enfrentándose a un torero que solo cuenta con una capa o una muleta para defenderse. Lo hace con gracia y valentía, jugándose la vida en una ceremonia en la que participan varias artes, la danza, la música, la pintura, un espectáculo que es la mejor representación de la condición humana, en equilibrio siempre entre la vida y la muerte. Se trata de una creación artística de primer orden que, aunque nacida en la noche de los tiempos, en el mediterráneo, ha tenido su desarrollo y expresión más consumada en esa España de la que procedemos también los peruanos. El toro bravo es un animal que recibe desde que nace un único tratamiento de favor, que no merece ningún otro animal. Es una gran equivocación creer que si desaparecen las corridas de toros, los toros bravos andarían por el campo, espantando mariposas con las colas. La verdad pura y simplemente es que desaparecerían ya que ellos existen única y exclusivamente en razón de las corridas, en esa fiesta de los toros sin la cual no se podría explicar buena parte de la vida cultural de nuestro tiempo, en la que la fiesta de los toros ha estado siempre tan presente y de lo cual son testimonio flagrante la pintura de Goya y la poesía de Federico García Lorca, para citar solo dos de sus más excelsas representaciones.
Mucho me alegra saber que hay una movilización en el Perú para convencer a los miembros del Tribunal Constitucional, que al igual que lo han hecho Francia y España, y como sin duda lo hará México, para citar solo tres países amantes de la fiesta, el Perú tiene la oportunidad de declarar este patrimonio cultural a salvo de toda prohibición.
Le ruego hacer llegar estas líneas a las autoridades apropiadas y le agradezco mucho su intermediación.
Un cordial saludo de
Mario Vargas Llosa
Calle Flora 1 - 3ero
28013 Madrid
(*) La Asociación Cultural Taurina del Perú ya tiene personería jurídica y ha presentado al Tribunal Constitucional un primer escrito, dando respuesta a una pregunta que hizo el magistrado Carlos Ramos Núñez durante la audiencia del caso, que se realizó en Arequipa el 25 de enero último, sin la participación de ningún representante de los taurinos.
El viernes 26 de abril, la Asociación ha presentado un segundo escrito, esta vez adjuntando la carta del nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.
Son millones los compatriotas que asisten a los festejos taurinos en todo el país. Se espera que éste pronunciamiento, junto a la respuesta de apoyo de la Defensoría del Pueblo, el análisis que han hecho connotados juristas e intelectuales entrevistados por el diario El Comercio, y las masivas marchas realizadas por los aficionados en Lima, Arequipa y en sus respectivas localidades; ayuden a los señores magistrados como la doctora Marianella Ledesma (quien también hizo una pregunta sobre la crueldad en los toros) a reflexionar para emitir un fallo que le haga justicia a todos los peruanos.
(**) En 2010, Juan Ossio Acuña se convirtió en el primer ministro de Cultura en la historia peruana.