Tardes soñadas en Chota y Cutervo por San Juan Bautista

EXPECTATIVA, fervor y afición desbordan los pueblos de Cajamarca

- Página taurina publicada Hoy en el diario El Men por Vladimir Terán

Hace más de cuatro siglos, el fraile misionero agustino Juan Ramírez marchó con las huestes conquistadoras españolas evangelizando a los “indios”, abriéndose paso desde el río Cumbil, en la costa de Lambayeque, bajo influencia Mochica, hacia las cordilleras andinas de Cajamarca. Refundó pueblos y los puso bajo la protección espiritual de Juan El Bautista.

Así como la religión Católica, las corridas de toros traídas por los españoles son tradiciones que han adquirido aquí su propio color local sincrético, se han arraigado por siglos y peruanizado tal como ha sucedido con el idioma español.

Ahora, las corridas de toros se escenifican en plazas monumentales como El Vizcaíno de Chota o la Jorge Piedra Lozada de Cutervo, donde miles y miles de aficionados urbanos y campesinos de toda edad y condición económica confluyen en auténtico fenómeno antropológico, cultural.

Es así que el sábado 24 de junio comenzó con gran expectativa la Feria del Ensueño San Juan Bautista de Cutervo con un minuto de silencio por el Maestro Iván Fandiño, que iba a torear el jueves esta feria y por el matador español Gregorio Sánchez (Escapulario de Oro del Señor de los Milagros 1961), fallecido el jueves último a los 90 años. Abrió 10 veces la Puerta Grande de Las Ventas de Madrid.

En la novillada de tres ejemplares de San Pedro para tres peruanos destacó por sus maneras de torero el joven shilico Carlos Cabello. Cortó una oreja a un novillo que dio algo de juego a pesar de su sosería. Los tres astados tendieron a rajarse aunque hay que decir en su favor que apenas llegaron la noche anterior.

PIDE SITIO. Novillero peruano Carlos Cabello triunfó en novillada de Cutervo.

Poco pudo hacer Rivera del Pilar con el que le tocó, que salió como una tromba, pero que se rajó tras estrellarse en el burladero y la pica. Se notó su experiencia ganada en México en el empaque con capote y muleta. Dio la vuelta al ruedo.

A portagayola salió valiente Joselito Ordóñez y se prodigó en navarras. Su faena se diluyó en la muleta entre desplantes y molinetes, pero falto de dominio. Estocada caída y dio la vuelta por su cuenta.

Para Chota, fue una terrible noticia la ausencia de Andrés Roca Rey, por cornada sufrida en Badajoz a una semana de su presentación en la Feria de San Juan. Le empresa chotana reaccionó con rapidez redefiniendo los carteles con la inclusión de Sebastián Castella y de López Simón, nada menos, y suspendiendo contrato con Fernando Roca Rey al caerse el mano a mano esperado.

No se cuidaron las maneras. La respuesta del Gallo peruano, número 1 del escalafón español, ha sido furibunda, acusando a la comisión de Chota faltar a su palabra, y de falta de respeto al torero peruano al excluir a su hermano. Ha dicho que le ilusiona volver a El Vizcaíno, pero que no lo volverá a hacer con la actual administración.

Con todo, al cierre de la presente edición, comenzaba ayer con gran expectación de miles de turistas, la primera corrida con el diestro español David Fandila ‘El Fandi’, el peruano Juan Carlos Cubas y el mexicano Arturo Macías.

Hoy vuelve a torear El Fandi junto a Sebastián Castella, de Francia, y el número 1 del 2016, López Simón, de España. Mañana es el broche de oro con Castella, López Simón y el valenciano Román Collado, que ya triunfó el año pasado en Chota. Los toros son de los hierros de Aníbal Vásquez y de Roberto Puga.

Y Cutervo nunca se queda atrás, desde mañana martes 27 y hasta el viernes 30 se ha confirmado la presencia de los maestros españoles Finito de Córdoba, El Cid, Daniel Luque, Diego Urdiales… ¡Que tales figuras! Lástima que no se haya sido fácil encontrar sustituto para Fandiño. La comisión Seda y Oro ha denunciado que los diestros peruanos quieren triplicar sus honorarios. De toda maneras la venta de los abonos es exitosa en el jirón Comercio N° 242, a un costado de la catedral.

A estos dos epicentros taurinos por las fiestas de San Juan Bautista le suceden varias réplicas no menos importantes en los distritos cajamarquinos de Huambos, Llama, San Pablo, Apan Alto (Hualgayoc)… En estos pueblos, las fiestas duran una semana. El último día la gente se traslada masivamente hacia una explanada llamada San Juan Pampa. Van cargando a la imagen del San Patrón.

Entonces sucede un espectáculo inolvidable. Mientras las bandas de música interpretan valses, huaynos, marineras y hasta pasodobles, un profundo sentimiento de nostalgia invade a la multitud. Ha llegado la hora del adiós, pero se renueva la esperanza de un nuevo año de fervor y afición.


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