Novillero peruano Renatto Motta muere como su ídolo Paquirri
- Página publicada Hoy por TAUROMAQUIAS.com en el diario El Men
Video de su último adios a la plaza de Acho
De niño había sido gordito, pero al crecer Renatto Alfonso Motta del Solar ‘Motita’ se había convertido en un esbelto novillero que corría varios kilómetros, entrenaba cuatro horas al día y buscaba cuanta oportunidad hubiera para torear, con el sueño de hacerse matador y figura de la tauromaquia.
Increíblemente, además de torero se había dado tiempo para ser mago profesional, actor, percusionista, surfer, skater y cursaba el quinto ciclo de comunicaciones en la UPC. Era hijo único y el orgullo de su familia. Todos los que lo conocieron afirman que era un apasionado. Todo lo que hacía lo hacía bien.
Pero fue la tauromaquia lo que le volvió loco. Desde pequeño, cuando asistía a las corridas en la plaza de Acho o en Chumpi (Ayacucho), el distrito natal de sus padres, decía que quería ser torero y estaba seguro de que sería uno de los más famosos del mundo.
Fue la cuarta vez que se vistió de luces, este trágico martes 17 de mayo, en la corrida en honor a San Isidro Labrador del centro poblado de Malco, distrito de Pullo, Parinacochas (Ayacucho), que fue cogido mortalmente por un novillo de media casta de la región Arequipa, de color jabonero, de unos 300 kilos.
Le había cortado una oreja a su primer novillo y estaba mejor aún con el segundo, pero este le desarmó en la faena de muleta, corrió al burladero seguido por el astado. Iba sobrado de espacio, pero dudó un segundo antes de entrar a la tronera…
Ya tenía medio cuerpo a salvo cuando el astifino alcanzó a introducirle hasta medio pitón en la parte interna de la zona superior de la pierna izquierda causándole gran hemorragia que empapó su traje azul y azabache y dejó un gran charco en la arena. "¡Me la pegó! ¡Me la pegó!" exclamaba.
Fue solo una cornada limpia, el astado era manso, no se enceló con él. Abrieron la puerta de toriles y de inmediato se fue a los chiqueros. En esta tarde soleada, pero lóbrega, la plaza del pueblo de unos 100 habitantes, ubicado a más de 3,000 m. s. n. m, estuvo colmada por más de mil aficionados ayacuchanos.
De inmediato, el matador colombiano Gustavo Zúñiga le apretó la herida con las manos mientras el español Emilio Serna y el peruano César Bazán le hicieron sendos torniquetes. Pronto cesó la hemorragia.
No había enfermería, no hubo cirujanos taurinos, no había ambulancia, no hubo enfermeros ni técnicos. No había botiquín. En la plaza de Malco -a 14 horas de Lima- había suficiente cerveza para celebrar, pero no había ni una botellita de alcohol.
Fue trasladado en camioneta al puerto de Chala, Caravelí, al norte del departamento de Arequipa. En el camino que duró un par de horas iba conversando y, pasado el susto, comenzó a bromear de su percance. Muy propio de Renatto Motta, Renatto Motta de pies a cabeza.
En el centro médico de Chala, donde no había sangre para reponer la que había perdido, un médico sin experiencia en heridas por asta de toro le desató los torniquetes lo cual provocó una segunda e incontrolable hemorragia fatal. Su traslado en ambulancia hacia Nazca fue inútil.
La vida de Motita se apagó junto con el día, de la misma manera que lo hizo en 1984 la de su ídolo, el diestro español Francisco Rivera 'Paquirri', con las arterias partidas en una ambulancia camino al hospital de Córdoba.
El valiente Torero peruano no llegó a salir de la provincia de Caravelí, falleció a la altura del pueblo de Chaviña, en el distrito de Bella Unión.
Último brindis triunfal de Renatto Motta. Malco, martes 17 de mayo (Foto: Paseíllo.pe). |
El día anterior a la tragedia todos los toreros que actuaron en el festejo viajaron juntos desde Lima. El diestro César Bazán cuenta que por ser aún aspirante a matador, Motta hablaba menos que los demás, pero si se expresó a favor de la mejora de la situación laboral de los toreros en el Perú.
Lo cierto es que -excepto en Acho- los toreros en nuestro país trabajan en condiciones infrahumanas, sin las mínimas garantías para sus vidas. No se trata de recursos, los organizadores de los festejos cuentan con ellos, se trata de derechos humanos no brindados ni exigidos hasta ahora.
Es un verdadero milagro que desgracias como esta no hayan sucedido desde hace muchos años y que Renatto Motta haya pasado a la historia de la tauromaquia mundial por ser su tragedia, la más grave oficialmente registrada en el Perú.
Sin embargo, en opinión del jefe del servicio médico de Acho y director del Hospital Sergio Bernales de Collique, el doctor César Baltazar, la cornada debió ser menos grave ya que el torero llegó consciente a la costa.
Él lamenta que Motita no haya podido llegar a sus manos y espera que haya cirujanos taurinos en todas las plazas y que los gremios de toreros hagan cumplir de una vez por todas sus derechos.
El miércoles, 25 mil aficionados guardaron un minuto de silencio por Renatto Motta en la plaza de Las Ventas de Madrid, entre ellos se vio al defensa del Real Madrid, Sergio Ramos. El viernes, Motita dio una última y conmovedora vuelta al ruedo en su plaza de Acho.
Renatto con su padre Alfonso Motta, compañeros de toda la vida. Ahora juntos en una nueva lucha: el derecho a la vida de los toreros peruanos. |
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El último video de Renatto Motta en la plaza de Acho
RENATTO MOTTA - ULTIMA CORRIDA 2016 from Pablo Ricci on Vimeo.
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