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miércoles, 23 de diciembre de 2015

Citotusa ya fue


Acho sin empresa a un mes y una semana de cumplir 250 años

Citotusa se fue de Acho. La empresa ecuatoriana que el año pasado se adjudicó la administración de la plaza de Lima hasta el año 2020 -después de haberlo intentado una y otra vez- ha informado sus razones para tirar la toalla a través de una entrevista de su representante en España, Sancho Dávila, a la revista Aplausos:

“Los motivos de dejarlo son lógicos, el entorno de la plaza está igual que en el año 2000 y es una verdadera pena las dificultades de acceso y seguridad que hay para llegar a la plaza. Además la Beneficencia, propietaria del coso, ha multado a la empresa en varias ocasiones”, dice Sancho Dávila, aunque se equivoca porque las multas han venido de la Municipalidad del Rímac por no pintar ni limpiar el coso, tal como lo dejan a un mes y una semana de que cumpla 250 años de historia.


A los empresarios ecuatorianos les dijeron, y se lo creyeron, que Acho no se llena porque está lejos y es difícil llegar desde distritos como San Isidro, Miraflores y La Molina. Tal vez el cerro San Cristóbal no les haya dejado ver que justo detrás de la plaza están los distritos más poblados del Perú: San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres y Comas, donde viven gran parte de los inmigrantes de las ciudades taurinas del interior del país.

Por supuesto que para que estos aficionados vayan a Acho, cualquier empresario que se le ocurra gestionar la plaza deberá superar otro obstáculo más grande que el cerro San Cristóbal: Los S/. 1'717,000 soles al año y el 13% de la taquilla que exige la Beneficencia de Lima Metropolitana. Condiciones irracionales que elevan el precio de las entradas hasta las nubes, agresión directa al público por parte de burócratas que se empeñan en ahogar con dos manos a la gallina de los huevos de oro.

El representante de Citotusa asegura “compartir la decisión de los gestores de la empresa” y añade: “Me da mucha pena porque le tengo un cariño especial a esa plaza. En los dos años que hemos estado se ha mejorado la asistencia y además esta feria, con las cuatro corridas españolas que hemos llevado, ha resultado ser un éxito y una de las mejores artísticamente”.

Declaraciones de buen perdedor. Nos recuerdan al triste día en el que Citotusa también eligió al carismático Sancho Dávila y a la revista Aplausos para anunciar que la Feria de Quito no iba más porque "Ha habido taurinos que no han ayudado nada, al revés, nos han dado palos... Ha habido zancadillas por todas partes". Ojalá que no se repita la historia con Ambato ni con ninguna otra feria en la que decidan invertir.

La asistencia no mejoró, lo que sí subió fue el número de abonados, pero si algo de positivo deja Citotusa es haber abierto al Perú la importación de toros españoles, que el próximo empresario tendrá la obligación de traer y así se lo exigirá la afición.

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