Padilla y Ferrera vinieron dispuestos a triunfar a Lima, pero no tuvieron fortuna
Miguel Abellán le cortó una oreja a cada uno de sus dos toros y salió a hombros este domingo de la plaza de toros de Acho luego de desbordar maestría con el tercero de la tarde y mantener su estilo clásico en el sexto, que bien pudo quedar en vuelta al ruedo.
Tanto Padilla y Ferrera solo tuvieron suerte con un toro de sus respectivos lotes y se notó su disposición de triunfar en Lima. Se lucieron en dos tercios de banderillas, que compartieron.
Se lidiaron, seis toros y uno de remplazo colombianos, de Juan Bernardo Caicedo, de diferente pelaje. Los tres primeros, justos de presentación. Mejor presentados los otros y solo el sexto con trapío. 1°, manso y peligroso; 2°, enrazado con peligro; 3°, encastado; 4°, bravo, se vino a menos; 5°, apenas se le pudo ver, apuntaba a bravo; el que salió en su remplazo, inservible; 6°, mejor presentado, noble pero de escaso juego
Foto: Rafaael Morán La Rosa |
El querido banderillero Hernán Pérez Elguera ‘Guerrita’ se cortó la coleta.
JUAN JOSÉ PADILLA (Vestido con traje de luces granate y oro)
Primer toro, jurista, N° 353, 483 kilos. El astado no toma los capotes, sale suelto de la pica, y finalmente recibe una buena vara de Antonio Calvo Montoliu. Buenos pares de banderillas de ‘Guerrita’, que se retira esta tarde.
El astado gazapea, es decir, no deja de caminar. Peligroso, no termina de pasar en ningún lance por mucho que le intente torear por lo bajo y castigando. Abrevia la faena y mata de una tendida y descabellos. Pitos al astado y silencio al torero.
Segundo toro, Bravo, N° 488, 463 kilos, castaño capirote, 4° de la tarde. Embiste con las patas por delante y el matador tiene que bajarle las manos. Gran pica de César Caro que le corrige la embestida. Padilla invita a banderillear a Ferrera, tal como éste lo había hecho. Ambos ponen de pie a los tendidos.
Brindis a Guerrita. Inicia una faena de largos derechazos y se prodiga en una tanda inacabable con el ejemplar de Caicedo embebido en la muleta de la que parece salir mareado o tocado de tanto embestir. La banda toca Silverio, de Agustín Lara, y prosigue la faena y aún le arranca dos buenas tandas antes de que el astado baje las revoluciones. Decide matarlo en los medios dando la cara a los toriles. Pinchazo, entera tendida y dos descabellos. Silencio y silencio.
ANTONIO FERRERA. (Traje nazareno y oro)
Primer toro, Traje Limpio, N° 470, 462 kilos, jabonero, segundo de la tarde. Demuestra mansedumbre al no tomar la pica reiteradamente hasta que David de la Barra le hace la carioca y es aplaudido. Ferrera quiere motivar a los tendidos e invita a banderillear a Padilla, destacando un par de poder a poder del Ciclón de Jerez.
Escoge los medios para hilar la faena sin dejar de enseñarle el extremo de la muleta al final de cada lance, haciendo aflorar la bravura del de Caicedo, que demuestra su casta, si bien termina las embestidas protestando. Suena la música. Ferrera le vuelve a sacar una serie de derechazos luciendo un mando y ganas de exponer que Acho todavía no le había visto. Ya en el tercio y con la espada, queda expuesto y tiene que tomar el olivo. Mata de pinchazo y caída. Pitos y silencio.
Segundo toro, Bienvenido, N° 525, 472 kilos, quinto de la tarde, pero quinto malo, en remplazo de Rejonero, N° 413, 482 kilos, al que los banderilleros estrellaron contra un burladero y le invalidaron. El de remplazo es soso y no acude ni a caballos ni a capote. Por momentos parece acalambrado. Nadie pide que Ferrera ponga las banderillas.
El matador continúa dispuesto, pero tiene que abreviar por inutilidad del de Caicedo. Pitos y silencio.
MIGUEL ABELLÁN. (Blanco y oro)
Primer toro, Árabe, N° 536, 475 kilos, tercero de la tarde. Se luce en el capote con chicuelinas y pinturero recorte para dejarlo en el caballo. Quite de chicuelinas aún más ceñidas rematadas con serpentina.
Brinda a Lima e inicia su faena con una interminable tanda de derechazos con una mano en el estribo. Lo saca al tercio con trincherazos al paso y prosigue con dos tandas de derechazos templados y despaciosos, con las plantas sobre la arena. Dibuja repetidamente una línea concéntrica con la muleta a cuyo extremo parece pegada la cabeza del bravo toro colombiano. Suena la música y se prodiga en el mismo son con la mano izquierda hasta que logra un natural circular que parece que no va a acabar nunca. Con maestría aquilatada con los años, culmina su faena de rodillas con la mano derecha, sufriendo un percance del que sale bien librado. Ejecuta la primera gran estocada de la feria, entera, en buen sitio y efectiva. Palmas al cornúpeta y una oreja de ley.
Segundo toro, Consentido, N° 506, 498 kilos, bien presentado, sexto y último de la tarde. Sale el torero con ganas de puerta grande.
El toro no es repetidor, pero sí noble y lo aprovecha en una faena basada en la mano derecha de corte clásico y sin cansarse de hacerlo pasar hasta hacer sonar la música. Una serie más de muletazos, estando por encima de las condiciones del astado. Estocada entera, dobla el toro, pero se levanta con la puntilla en la testuz y esta vez tarda en caer. Suena el aviso, lo que no impide que la mayoría conceda la oreja, aunque para otros pudo quedar en merecida vuelta al ruedo. Puerta grande lograda con maestría.
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