Villavicencio dio una vuelta al ruedo y Roca Rey se fue sin trofeos
- Por: Rafael Morán La Rosa
El matador mexicano Luis Manuel Pérez 'El Canelo' triunfó en la tarde del lunes 7 de octubre y salió a hombros de la plaza de toros portátil 'El Toreo' instalada en el distrito de Pachacámac, al sur de Lima, en la corrida de toros en honor a la Virgen del Rosario.
El Canelo, quien cortó dos orejas al segundo toro de la tarde, alternó con los diestros peruanos Fernando Roca Rey y Fernando Villavicencio, en un cartel de toreros banderilleros en el que se lidiaron tres toros de la ganadería Villa Graciela y dos de San Pedro, bien presentados y de juego distinto, pero manejables. Con los tendidos casi llenos, el festejo comenzó a las 4 y 30 pm y se hizo de noche antes de que pueda salir el sexto.
Fernando Roca Rey (apalusos y pitos)
Frente al primero de la tarde, de Villa Graciela, no se acopló con el capote. El animal salió incierto y tardo en la embestida, pero se compuso con la pica y sirvió. En banderillas invitó a sus alternantes, quienes colocaron los rehiletes de poder a poder. Con la muleta inició su labor por doblones. Instrumentó luego varias tandas de derechazos, pero sin ligazón. Debió ejecutar los muletazos largos y al final, bajarle el pico de la muleta por debajo de la pala del pitón para que el astado no salga con la cara alta. Pinchazo y ovación.
Con el segundo, de San Pedro, se lució con buenas verónicas y en las banderillas. El picador Pedro Cárdenas sufrió un espectacular tumbo. Tras varias tandas de derechazos logró calar en el público con muletazos más largos. Pinchó varias veces y demoró en matar. Pitos. Le faltó mayor firmeza esta tarde.
El Canelo (oreja y vuelta al ruedo)
Recibió a su primer toro, de San Pedro, bien presentado, con un farol de rodillas y buenas verónicas que remató con media. Se lució en banderillas. Con la muleta realizó una serie variada en la que destacaron los derechazos y naturales de buen trazo intercalados con molinetes. Mató en todo lo alto en el primer intento. Dos orejas.
Al segundo, quinto de la tarde, lo toreó casi de noche. El ejemplar de Villa Graciela tenía poco recorrido pero el mexicano le porfío y le sacó buenos pases. Mató de estocada entera y dio vuelta al ruedo en la penumbra.
Fernando Villavicencio (vuelta al ruedo)
En el único que mató se lució con el capote en un quite de faroles invertidos. También invitó a banderillear a Roca Rey y El Canelo. Clavó un buen par al violín. Con la muleta mostró sus progresos destacando varias tandas de derechazos, toreando con quietud y asentando los talones de los pies en la arena. Le sacó provecho al buen ejemplar de Villa Graciela, que embisitió humillando con nobleza y recorrido. Mató al segundo intento, de volapié, en buen sitio. El juez le negó la oreja y solo dio la vuelta al ruedo.
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