PLAZAS DE TOROS DEL PERÚ
Por César Terán VegaHace más de cuatro siglos los conquistadores españoles fundaron el Señorío de Huambos, sobre lo que era una civilización preincaica cuyos dominios se extendían hasta la actual región de La Libertad, gobernada entonces por los Huamachucos, por el sur también lindaba con los Caxamarcas y hacia el nororiente con Chachapoyas y comprendía territorios de la república de Ecuador, tan es así que hasta hoy sobreviven allá las comunidades nativas de los huambisas y los huambas.
Sobre la pronunciación y escritura del nombre de este cacicazgo (el gobernante era un cacique), existen diferencias pues, por tratarse de una lengua ágrafa, los españoles utilizaban indistintamente los vocablos de wambas, huambos, huambisos, guamburos, etcétera.
Existen crónicas y documentos históricos que dan cuenta de que la actual ciudad de Huambos fue la capital de extensos territorios que abarcaban las actuales provincias de Chota, Cutervo, Santa Cruz... También hay referencias de constantes enfrentamientos bélicos entre las citadas civilizaciones preincaicas, mas, en tiempos de paz, sostenían un intenso intercambio comercial hasta que les tocó enfrentar a la expansión del imperio de Tahuantinsuyo, ya cercana la época de la conquista española.
Los restos arqueológicos que rodean Huambos y Pacopampa, de acentuada influencia Chavín, también dan cuenta de la estratégica ubicación de aquel enclave que, durante la República, pasó a la categoría de distrito de la provincia de Chota.
Fue el fraile misionero agustino Juan Ramírez, quien a la vanguardia de las huestes conquistadoras españolas, iba evangelizando a los indios, abriéndose paso desde el río Cumbil, en la costa de Lambayeque, bajo dominio Mochica, hacia las cordilleras andinas cuyos caminos primitivos daban acceso a las comarcas huambinas.
Fray Ramírez fue fundando, o mejor dicho refundando, pueblos como Llama, Huambos, Chota, entre otros. Como buen devoto de San Juan Bautista, el sacerdote nombró al santo profeta como Patrón de las nuevas tierras conquistadas y fue así que se instituyeron las fiestas de San Juan que se han convertido en parte indesligable del alma de aquellos pueblos norandinos.
Con la conquista vino el mestizaje, la amalgama de culturas, razas y costumbres. Todo indica que los feraces valles cajamarquinos cautivaron a los conquistadores más sedentarios que guerreros, quienes decidieron colonizar la región dedicándose a la ganadería y la agricultura, de allí que hasta ahora en esa región predomina la población de origen europeo.
Así nació y perduró, entre otras costumbres, la pasión por la Fiesta Brava, por los toros de lidia, y se mantiene hasta la fecha con la construcción de plazas taurinas de hermosa arquitectura.
Como hace siglos, el distrito de Huambos mantiene su señorío, hace unas décadas, ha construido una pequeña pero salerosa plaza de toros en el barrio de La Vizcacha, gracias al entusiasmo y persistencia del gran aficionado don Ramón Arrascue, sus familiares y un grupo de ciudadanos notables.
Como ocurre en Chota, Cutervo, Llama, Lajas, Tacabamba, Santa Cruz, Bambamarca, Celendín, Sucre, Matara y otras ciudades de la región, en ese coso huambino, en los últimos días de junio, cada año se celebran grandes corridas de toros a plaza llena, los carteles han ido mejorando en cada feria y los huambinos se preocupan también en mejorar la presentación, casta y bravura de los toros.
En la reciente feria de San Juan alternaron dos tardes los matadores nacionales Fernando Roca Rey y Juan Carlos Cubas.
¡¡¡ UN PEDACITO MAS DE MI TIERRA LINDA Y GENEROSA, CONSERVANDO SUS COSTUMBRES Y TRADICIONES DE LA MANO DE SU GENTE GENEROSA,FELICIDADES PAISANO *CESAR Y A TODO TU GRAN EQUIPO !!!
ResponderBorrarGracias Orlando
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