Por César Terán Vega
Recuerdo que en 1995 llegó a Lima un torero valenciano, Vicente Barrera Simo, de profesión abogado, quien había ingresado un poco tardíamente en el mundo mágico del toreo. Venía para debutar en la legendaria arena de Acho. En la Feria del Señor de los Milagros.
¿Cuáles eran sus cartas de presentación? Haber subido rápidamente en los escalafones españoles con un estilo bastante desfasado para la época.
“Amanoletao” lo llamaban sus detractores, quienes lo criticaban por, supuestamente, imitar al Califa Manuel Rodríguez, “Manolete”, con un toreo lineal. Le exigían citar de frente, cargando la suerte, pero él, impertérrito, seguía cultivando su propia manera y la iba enriqueciendo y perfeccionando en los alberos, con honradez, arte y valor.
En 1934 debutó en Acho su abuelo, Vicente Barrera Cambra, aquel gran torero español que alternaba frecuentemente con Nicanor Villalta, Marcial Lalanda, Domingo Ortega, o Armillita, todos ellos grandes figuras de las décadas de los 20 y los 30. El versátil Vicente Barrera, el viejo, se retiró de la profesión en 1935.
La empresa que trajo a Vicente Barrera, el nieto, lo presentó en una conferencia de prensa en el hotel Sheraton. Al final lo abordé y le pregunté qué sentía torear en un escenario de gran historia como Acho. Su respuesta fue bastante decepcionante y hasta me pareció despectiva.
-Soy un profesional y me da igual torear en cualquier plaza donde se me contrate, trato de hacerlo bien y punto.
Lo vi torear por primera vez de rosa y oro y me impresionó su quietud, sus estatuarios y el estoque certero. El público se le rindió, esa tarde cortó solo una oreja, pero gustó tremendamente.
En 1996 volvió, creo que más identificado con la magia de Acho y el cariño de la afición. En una faena inolvidable cortó orejas y rabo y se llevó el Escapulario de Oro del Señor de los Milagros. Ha vuelto otras veces más y siempre ha gustado, luego ha toreado en Chota y otras plazas peruanas, pero aquí se le reconoce hasta ahora con el título de Torero de Lima.
ASÍ LO VIMOS. La tarde de la apoteosis de Vicente Barrera en Acho |
Los otros toreros de Lima
En la arena de Acho han toreado inmensa figuras del arte de Cúchares, desde nuestro nacional Ángel Valdez, hasta Manolete, Joselito, Belmonte, Ortega, los Girón, Arruza y tantas otras luminarias de antaño, y, más recientemente, los Paquirri, Yiyo, Mendes, Esplá, Juli, Ponce, Morante, Tomás, la lista continúa…
A pesar de su inmenso arte, pocos, sin embargo, se han ganado ese título honorífico de Torero de Lima.
Grandes maestros del periodismo taurino que ya no están con nosotros como los entrañables Raúl de la Puente, el “Apanao” Morales, Félix Arias Shereiber, me referían que el primer matador que se ganó ese título en el albero bajopontino fue Antonio Bienvenida, Escapulario de Oro del Señor de los Milagros 1949.
Luego vino el legendario y carismático Ángel Teruel, Escapulario 1969 y 1970. El inmenso José Mari Manzanares (padre) también fue llamado Torero de Lima por varias temporadas, siendo él ganador del preciado Escapulario los años 1977, 1979, 1985 y 1988.
La plaza está abierta para un nuevo Torero de Lima, la afición de Acho añora las grandes y gloriosas tardes vividas con toros y toreros de verdad y espera que esta temporada llegue por fin el renacimiento esperado. Enhorabuena.
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