- Entrevista publicada Hoy Sábado 19 por TAUROMAQUIAS.com en el diario El Men
- Fotos: Rafael Morán La Rosa
Juan Carlos Cubas, el menudo torero huancaíno que el 2004 maravilló a Acho el día de su alternativa, el mismo que en los dos últimos años ha estado a punto de inscribir su nombre en la gloriosa lista de los ganadores del Escapulario de la Feria del Señor de los Milagros, regresa este domingo a la Plaza Rosada de América con la firme determinación de hacer historia y llevarse el oro de Lima.
Cubas alternará con los diestros españoles César Jiménez, ganador del Escapulario 2002, e Iván Fandiño, nuevo preferido de Madrid que ya dejó bien puesto su estandarte en el Rímac el domingo pasado.
Los toros serán de San Esteban de Ovejas, hermanos del mismo toro que el año pasado le infligiera la primera cornada grave de su carrera.
Solo hay una manera de matar y, herido y todo, aquella tarde cumbre estoqueó como lo hubiera hecho Manolete, sin importarle su propia vida.
Ahora regresa mejor que nunca. Tras la rehabilitación, ha toreado y seguido un entrenamiento diario del nivel de un deportista de alto rendimiento de la mano de su picador, representante y entrenador físico profesional David de la Barra.
Tuvo un breve, pero triunfal paso por México, a donde regresó tras varias temporadas, y ha triunfado también en Huamachuco, Tacabamba, Matara, Pausa, Palca y otros importantes enclaves taurinos de las provincias del Perú.
En las últimas semanas recibe la asesoría del experimentado matador de toros andaluz Adolfo de los Reyes, bajo cuya certera mirada ha tentado 30 vaquillas, afinando los detalles de su arte en la ganadería San Pedro (encaste J.P. Domecq - Torrestrella), de Orlando Sánchez, ubicada a 95 kilómetros al sur de Lima.
Lejos del mundanal ruido, nos confiesa que siente miedo, miedo a la responsabilidad que no al toro pues ansía ya estar en Acho, donde sabe que todo temor se desvanece en la arena, donde solo sabe caminar en estado de gracia:
“Ahora la presión es muy fuerte, la incertidumbre de no saber lo que va a pasar, pero la ilusión que tengo es la más grande del mundo. Llegar a Acho vestido de luces, sentir el cariño con el que la gente siempre me arropa me llena de ganas de que ya llegue la hora y estar allí. Desde que me pongo el traje de torear, me olvido de mí mismo y empiezo a disfrutar”.
Sobre sus avances en el último año, Cubas piensa que ha dado importantes pasos.
“En líneas generales, este año los toros no me lo han puesto nada fácil, pero he demostrado capacidad para sobreponerme y sobre todo que estoy adquiriendo una madurez como torero. He progresado, aunque no he llegado a mi techo pues lo veo muy lejano todavía, pero voy avanzando poco a poco”.
Cubas se juega su futuro y espera que la tarde del domingo sea el escaparate que le ayude a confirmar la alternativa el 2012 en Plaza México y en Las Ventas de Madrid.
“Sabemos que la Feria del Señor de los Milagros es una gran vitrina para que los toreros peruanos nos mostremos porque hay muchas personas importantes en el mundo del toro pendientes de lo que sucede en Lima. Espero dar un batacazo fuerte este domingo para que se fijen en nosotros ya que en el Perú también hay buenos toreros. Espero que luego de vernos nos ayuden a internacionalizarnos, que es lo que estoy buscando”.
Finalmente, el diestro andino dice estar dispuesto a demostrar la madurez de su tauromaquia a los limeños.
“El reto del domingo es aún más grande porque quiero dar esa dimensión de un torero que ha evolucionado y está en plena madurez, que es lo que los aficionados quieren ver en Acho, un torero mejor al del año pasado”.
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