Tarde inolvidable de toros en Manizales. Nueve orejas y tres toreros en hombros
Una faena para guardar en lo más profundo de la afición y volver a contarla un día.
- Enlace a la crónica de Víctor Diusabá/El Espectador
- Imágenes realizadas por Baldomero Cáceres Vegas para EFE
Sí, fue en Manizales un 7 de enero. Hubo que tomar los apuntes sin perderle la cara al toro. Los fotógrafos terminaron con el visor tatuado en sus rostros.
Nunca pareció suficiente. Como espuma, la tarde creció casi que desde la salida del primero hasta desbordarse cuando todavía quedaba buen trecho para el final. El colofón no pudo ser otro: con el río de bravura como telón de fondo, la terna se fue a hombros, mientras el autor del guión, el ganadero Miguel Gutiérrez Botero, se tapaba con discreción, luego de saludar desde los medios.
Una corrida inolvidable. Más allá de las nueve orejas (dos simbólicas), un indulto, otros dos toros de vuelta al ruedo. En fin. Una tarde inolvidable por muchas más razones, pero en especial por una: la emoción. De ella anduvimos de toro en toro y de turno en turno.
¿Y los toreros? Los toreros felices, porque con un encierro como éste se olvidan tantas penas de aquellos que no embisten y cada muletazo vale en oro lo que pesa la plaza...
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http://www.elespectador.com/especiales/toros/articulo-243874-tarde-inolvidable-de-toros-manizales
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