- Artículo publicado hoy por TAUROMAQUIAS.com en el diario El Men
El Centro Representativo de Sancos, Lucanas (Ayacucho) nos ha dado lecciones que tenemos que asimilar para el futuro, al realizar por cuarta vez en Acho un festejo taurino de categoría, muy formal, y con gran convocatoria, tanto que en la novillada del soleado domingo 19 de setiembre hubo más de media entrada en sol y sombra.
El triunfador de la tarde y ganador del Escapulario de Oro de la Virgen del Rosario fue el español Emilio Huertas (silencio y oreja). También triunfó nuestro buen prospecto cajamarquino Emilio Barrantes (vuelta al ruedo y oreja). El venezolano Alejandro Chacón, silencio y dio una vuelta al ruedo por su cuenta, protestada y posando para la foto.
Cuántas veces hemos protestado por las llamadas “pachangas” en Acho, la Primera Plaza de América. Se trata de aquellos festivales de medio pelo que se anuncian como espectáculos taurinos, pero que en realidad son caricaturas de la fiesta brava.
Carteles y encierros impresentables, apenas un pretexto para organizar festines de dudosa categoría en un escenario histórico que forma parte los bienes monumentales de Lima, a los que la Unesco ha reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Esta vez los socios y dirigentes del Centro Representativo Sancos demostraron que una institución de provincianos radicados en Lima, sí puede organizar bien las cosas.
La seguridad externa, los programas de mano bien confeccionados, dos bandas de música en los tendidos, pero estrictamente sujetas a la orden del juez de plaza, los médicos, la enfermería equipada y la respectiva ambulancia, entre otros pequeños pero importantes detalles.
La otra lección fue la buena confección del cartel de novilleros y la presentación de los encierros.
Los novillos, tres de Salagual y tres de Huacraruco, tuvieron juego disparejo pero estuvieron bien presentados, algunos de ellos fueron castigados con exceso en la suerte de varas.
Cierto es que las faenas del domingo no fueron redondas, mucho menos perfectas. Para eso son justamente las novilladas, para que los aspirantes a matadores se fogueen, adquieran ciencia y experiencia y se sometan a la prueba de fuego del veredicto de los tendidos.
También es cierto que los novilleros pudieron sacar más provecho a sus enemigos si hubieran sido capaces de darle la lidia adecuada, la distancia justa, el minucioso estudio del temperamento, bravura, nobleza, grado de mansedumbre, defectos de embestida y tantos otros factores que concurren en el ruedo.
El mejor novillo resultó ser el quinto, Corazón Sanquino, de Huacraruco, que le tocó en suerte a Huertas. Era el de menor peso y presencia, pero tuvo alegría, cargó al caballo con bravura y dio juego hasta el final.
Nuestro compatriota Emilio Barrantes, mostró madera y buenas maneras en sus dos faenas. Destacó más en el segundo novillo, pero tenemos que decirle que tiene que aplicarse más en el estudio de sus enemigos. No olvidarse que “cada toro tiene su lidia”. Valor y clase no le faltan y la afición espera mucho más de él.
Chacón no desentonó, pero no redondeó una tarde triunfal.
VILLAFUERTES TRIUNFARON. El propietario de la ganadería Apóstol Santiago, Nazario Villafuerte, y su hijo, el matador Freddy Villafuerte, - quienes también se desempeñan como exitosos empresarios de la Feria del Señor de los Milagros de Acho - fueron declarados triunfadores en la corrida de la Feria de la Primavera 2010, en Trujillo.
El festejo tuvo lugar el sábado 25 de setiembre en la Plaza de Toros Coliseo Trujillo, donde Freddy Villafuerte obtuvo la Reja de oro al cortarle una oreja a un buen toro de Apóstol Santiago que le valió a su dehesa la Reja de Plata.
También participaron Eduardo Valenzuela, quien recibió palmas con el toro de La Laguna; Javier Bernal, una oreja con el toro de San Pedro; y Antonio Bricio, silencio con el toro de Salamanca.
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