El candidato a la presidencia de Colombia, Antanas Mockus, se creyó que desoyendo a las minorías y solo prestando atención a lo que decían las encuestas y los medios electrónicos tenía reservado un dormitorio en la Casa de Nariño. Ahora que se dio de bruces con un escaso 21% de votos en la primera vuelta, y con una proyección de 29% para la segunda frente a 61% del candidato oficialista Juan Manuel Santos, debe estar recogiendo de su papelera cartas como ésta del sector taurino colombiano, al que tenía intención de pisotear:
Doctor
ANTANAS MOCKUS
Candidato a la Presidencia de Colombia
Bogotá.
Nos hemos enterado por los medios de comunicación de su propuesta de “construir un programa de readaptación laboral para los toreros”, lo cual lleva implícito el propósito de acabar con la actividad taurina en nuestro país.
Lanzar una propuesta como la suya equivale a desconocer absolutamente lo que significa la profesión de torero. El toreo es un arte ; así lo define el Diccionario de nuestra lengua, y así lo han reconocido filósofos, literatos, artistas y científicos que sería prolijo enumerar. Y a un artista no se le puede pedir que renuncie a su vocación para dedicarse a otro oficio cualquiera.
Tal vez no ha reparado Usted en la disciplina, el heroísmo, la técnica y la inspiración que un torero requiere para modelar, frente al peligro de muerte que encierra el toro de lidia, una obra de arte que emocione a los espectadores. Pues bien, los toreros son en el mundo moderno un ejemplo de esos valores para la juventud.
En lugar de modelos atiborradas de silicona, de cantantes y músicos drogadictos, de líderes corruptos, y de tantos ídolos de barro, los toreros dan ejemplo de perseverancia, de una vida espartana, de un sano deseo de superación, de respeto por el público, de responsabilidad en el ejercicio de su oficio. No los irrespetemos con la sugerencia de que los vamos a readaptar laboralmente.
Parte usted de supuestos equivocados al juzgar a los aficionados taurinos. Como lo dice el filósofo Francis Wolf, “el aficionado no experimenta ningún placer con el sufrimiento de los animales”. Es que ése no es el objetivo de la corrida de toros. Que es cruenta, sí, pero el toro de lidia, después de haber vivido una existencia que cualquier ser vivo envidiaría, se enfrenta en los últimos minutos de ella a aquello para lo cual está preparado. Científicamente se ha demostrado (ver estudios del Dr. Juan Carlos Illera del Portal, en Internet), que el toro de lidia, en razón del elevado volumen de betaendorfinas que libera al ser excitado, no siente dolor ni estrés, al menos en la proporción que la gente cree.
Quienes dicen “compadecerse” del toro de lidia, para atacar las corridas de toros, se abstienen de condenar actividades en las que sufren los animales una miserable existencia (como los pollos en una jaula) o mueren en una dolorosa agonía (como los peces engarzados a un anzuelo).
Es más grave aún que los propugnadores de la abolición de las corridas pretendan imponer “su” cultura o “sus” opiniones al resto de la población. Es bueno, doctor Mockus, que sepa que los amantes de la Fiesta Brava no obligamos a nadie a que asista a una corrida. Respetamos su sensibilidad. Pero también exigimos que haya tolerancia por nuestra afición. En un país como el nuestro, martirizado por tantos conflictos sociales, políticos, y de toda índole, lo que menos necesitamos es una nueva división: entre taurinos y antitaurinos. Prediquemos y practiquemos la tolerancia.
En el eventual caso de que llegue usted a la Presidencia, esperamos que cumpla con su lema de respeto a la legalidad. Porque lo que manda la Constitución en este aspecto, es que los gobernantes deben promover y defender la Tauromaquia , pues hace parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial. Nos remitimos a la reiterada jurisprudencia de la Corte Constitucional y del Consejo de Estado, en especial los fallos sobre la exequibilidad del Reglamento Taurino vigente en la actualidad, que es una Ley de la República que todos debemos respetar.
Nos asalta sí el temor, ante sus apresuradas declaraciones, que nuestros legítimos derechos al libre desarrollo de la personalidad, al libre acceso a las manifestaciones culturales y demás garantías constitucionales sean conculcados por algunos de sus partidarios, en la hipótesis de que llegaran al poder. Ejemplo claro lo tenemos en la ciudad de Medellín, en la que su compañero de fórmula, el doctor Sergio Fajardo, patrocinó con dineros públicos, y todavía lo siguen haciendo los de su equipo político, campañas de toda clase contra las corridas de toros. O sea que, en lugar de cumplir con su deber constitucional de apoyar esta manifestación cultural, se han dedicado a perseguirla con todo el poder de que disponen a nivel municipal. Será ése un presagio de lo que nos ocurriría a nivel nacional con su presencia en la Casa de Nariño? Dios no lo quiera (puede que usted no crea en Él, pero nosotros sí que creemos).
De usted, atentamente,
ASOCIACION PRO DEFENSA DE LA FIESTA BRAVA ASOTAURO
Miembros Junta Directiva: Javier Humberto Montoya, Camilo Betancur C., Mónica Tamayo de Gallón, SaúlAcosta Riveros, Federico Mesa Ochoa, José Luis Reyter Franco, Mauricio Brand Arboleda, Carlos Enrique Mejía Sánchez, Blanca Inés Vargas Pardo.
Director Ejecutivo: Luis Alfonso García Carmona
Revisor Fiscal: Emiliano Sierra Coymat
Fuente: RCN Los Toros
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