Entre el 7 y el 14 de julio, alrededor de las ocho de la mañana, en Pamplona se atiende a varias decenas de heridos. Unos pocos graves y el resto leves. Son los corredores del encierro de los Sanfermines más desafortunados. Presentan contusiones, brechas, golpes o cortes. Pero las apariencias engañan, ya que el dispositivo sanitario que se ocupa de los corredores es inmejorable.
Distintos especialistas en la estructura sanitaria de los encierros de San Fermín destacaron esta semana en un encuentro al respecto que este dispositivo «no se puede mejorar» porque es «espectacular». «En pocos lugares del mundo se monta para una cosa tan breve un despliegue tan enorme», sentenciaron. En una nueva edición de «Desayunos con salud» celebrada en Pamplona, los expertos valoraron el papel de los más de 200 voluntarios de Cruz Roja y Dya (Detente y Ayuda), los 10 pastores y los médicos y enfermeras que participan durante los ocho encierros de San Fermín y que «están preparados para si ocurriese algo muy gordo atenderlo».
La consejera de Salud del Gobierno de Navarra, María Kutz, que participó en el acto, subrayó que este «enorme» dispositivo sanitario, ubicado en los 800 metros del encierro, es capaz de atender en menos de 30 segundos una cornada, y remarcó que se realiza el traslado de un paciente grave en menos de 10 minutos. Kutz puso de relieve que esta estructura sanitaria es «muy grande y amplia» tanto a nivel de vallado como en los hospitales, ya que, los médicos de los centros sanitarios navarros esperan a los heridos «teniendo conocimiento ya de cuál es la persona que va a llegar al hospital y sabiendo qué es lo que tiene».
Además de la consejera, participaron en el encuentro Kiko Betelu, especialista en emergencias; Antonio Álvarez, médico y corredor; y los pastores Fran Iriarte y Miguel Reta. Todos ellos mostraron su satisfacción por el dispositivo establecido alrededor del encierro, que «cada vez es más masivo», y aseguraron sin género de dudas que si faltase «cualquiera» de los grupos que lo forman el encierro «sería una catástrofe». En concreto, la estructura sanitaria está formada por 16 puestos sanitarios que cuentan cada uno de ellos con un médico y una enfermera «como mínimo», y por 18 ambulancias, de las que 10 de ellas son medicalizadas, informaron.
Aunque la mayoría de incidencias que se atienden son de golpes y caídas, Kiko Betelu destacó que en un encierro peligroso pueden llegar a evacuar a siete u ocho personas a los hospitales por cornadas y que atienden a unos 20 ó 30 corredores por golpes o contusiones.
Por su parte, el doctor Antonio Álvarez valoró la «coordinación perfecta» que existe entre el personal sanitario y los corredores «de toda la vida», que según dijo, «saben para lo que estamos nosotros y nos ayudan, por ejemplo no moviendo al herido».
Corredores extranjeros
Sin embargo, criticó que los extranjeros «no saben ni donde están, ni lo que hay que hacer ni por dónde va el toro», por lo que consideró que se debe establecer «más relación» con estos corredores. Así, recomendó a todas las personas que corran por primera vez el encierro o a las personas que vengan del extranjero que se informen y «pregunten lo principal a gente que lo haya hecho ya» o si no, que «corran con ellos».
Fuente: ABC.es
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