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sábado, 13 de diciembre de 2008

Los 100 años de Vicente Barrera

Se presentó en Lima en los años 30 y cortó rabo como lo haría su nieto en 1996

El jueves 4 se cumplieron cien años del nacimiento de Vicente Barrera y Cambra, el torero valenciano más importante de la historia hasta el advenimiento de Enrique Ponce en la década de los noventa. Barrera y Cambra es abuelo de Vicente Barrera Simó, matador que en 1996 cortó un rabo en Acho, ganándose desde entonces el corazón de los peruanos.

El primer Vicente Barrera también conquistó a los limeños. Se presentó por primera vez en nuestra ciudad el 2 de diciembre de 1934, regresó posteriormente y también cortó un rabo en Acho. Como un justo homenaje, reproducimos aquí algunas imágenes de sus tres primeras presentaciones en la capital peruana tomadas de nuestra colección de Sin Coba...!, extraordinaria revista taurina limeña de la época.

Revista Sin Coba! de Lima, 1934
SIN COBA...! Portada de la edición Nº 153, Año XXII, de la recordada revista taurina peruana que en páginas interiores anuncia a Barrera como "Dominador de toros, su muleta, rápida y efectista, sojuzga a los astados y los exclaviza [sic] a su ciencia".

Lizandro de la Puente El Equis, crítico de la revista, escribió que para ese año la flamante empresa de Humberto Fernandini realizó un verdadero esfuerzo para presentar al público limeño un cartel con figuras dignas de una plaza de tantas tradiciones a fin de levantar el ánimo de los aficionados, decaídos por tantos fracasos en años anteriores: "El nuevo empresario se lanzó a contratar a diestros que ostentan en España remarcables méritos y que, en el argot taurino, son toreros caros". Barrera no decepcionó.

Había nacido el 4 diciembre de 1908. Se presentó como novillero en Madrid el 14 de mayo de 1927 a los 18 años, alternando con Carratalá y el torero peruano Carlos Susoni, con novillos de Antonio Flores. El 31 de julio sufrió en Málaga una cornada grave. Llevaba entonces toreados ese año 43 festejos. No reapareció sino hasta el día de la alternativa, ocurrida en su natal Valencia el 17 de septiembre, de manos de Juan Belmonte, que le cedió un toro de Concha y Sierra en presencia de Pepe Belmonte.

ACHO 1934

El 24 de mayo de 1928, Chicuelo le confirmó en Madrid, cediéndole un toro de Graciliano Pérez-Tabernero, en presencia de Cagancho. Desde entonces se erigió en primera figura. La tarde de su refrendo doctoral realizó su padrino la célebre faena al toro 'Corchaíto', que abrió las puertas al toreo de ligazón contemporáneo.

Vicente Barrera y Cambra años 30

Barrera, en los comienzos de los años 30, fue considerado por muchos como el cuarto as de una baraja taurina formada por Marcial Lalanda, Manolo Bienvenida y Domingo Ortega. César Jalón Clarito quiso reunir al cuarteto en una corrida de la Asociación de la Prensa. Además compitió con los referidos Chicuelo y Cagancho, Armillita, Niño de la Palma, Félix Rodríguez, Curro Puya, Antonio Márquez, La Serna, Garza... Barrera se mantuvo en primera línea hasta 1935 y, según Don Ventura, toreó en promedio más de 60 corridas por temporada. No se presentó en la Maestranza de Sevilla, pero además del Perú, actuó en varios países sudamericanos.

Vicente Barrera y Cambra en Lima, 1934
DEBUT. Para Lizandro de la Puente, el debut de Vicente Barrera en Lima no pudo ser del todo brillante: "Con estos toretes (de La Viña), el valenciano dejó el convencimiento a la mayoría de los aficionados, dicho de mejor modo, permitió entrever, casi adivinar, que es un gran torero".

Después de la Guerra Civil toreó hasta 1942, reapareció en 1944 y se retiró en 1945 tras actuar en mayo en Barcelona en su tercera corrida de ese año. Murió en su Valencia natal el 11 de diciembre de 1956, con apenas 48 años.

Vicente Barrera y Cambra en Lima, 1934
SEGUNDA TARDE. "Uno, dos... hasta cinco pases por bajo, recogiendo admirablemente, dejando dormida la pierna después de los pases para que el toro se engriera con esa pierna que se ofrecía en holocausto, y empapado, consentido, fijado por esos pases de formidable muletero que le habían desengañado, el morlaco se dió a pasar, porque ya no podía ser sino un obediente esclavo de la muleta...". El Equis (9 de diciembre de 1934).

Fue un torero poderoso. Según el citado Don Ventura: «Con una movilidad incesante, más que dominaba mareaba a los toros. Jamás se vio aperreado con un toro». A la hora de matar señalaba un pinchazo hasta su seguro descabello, suerte de la que fue rey. Suplía con un gran valor en la lidia los nervios que derrochaba en el patio de cuadrillas, siendo famosos los vómitos que le provocaba la tensión.

Vicente Barrera y Cambra en Lima, 1934
16 DE DICIEMBRE DE 1934. "Al sexto, que fue barroso, callejón, cornicorto, Barrera, aprovechando de la relativa bravura que se traía el astado, le da ocho verónicas, de las cuales sólo tres merecieron palmas, así como la media, ceñida y pinturera, con la que remató". Lizandro de la Puente.

En su homenaje, el Museo Taurino de la Diputación de Valencia ha inaugurado en el Centro Cultural La Beneficencia la exposición «Vicente Barrera, un torero para la historia», que estará abierta hasta el 15 de febrero de 2009. El visitante puede contemplar imágenes y algunos objetos íntimos del torero como sus documentos de identidad, pinturas y obras de importantes artistas valencianos de la época con los que Barrera tuvo una estrecha relación, como Carlos Ruano Llopis, Roberto Domingo o Mariano Benlliure



Fuentes: Revista Sin Coba...! (Nºs 153-156, Lima, diciembre de 1934), ABC  

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