Han pasado 32 años desde que la última torera peruana, María Dolores Velásquez Lola de España, exhibió su arte en Acho y este sábado Milagros del Perú tomará su posta en la novillada promocional de la Feria del Señor de los Milagros.
La adolescente charra Lulú de la Vega y el niño torero Michelito, ese duende bajito que sorprende al mundo taurino, la acompañarán en un festejo al que están invitados todos, especialmente los niños pues no tendrán que pagar por su entrada.
Los noveles toreros fueron presentados en una conferencia de prensa realizada en el Museo Taurino de Acho donde mostraron los trajes de luces que usarán pasado mañana. Luego, se dirigieron al ruedo para tentar dos becerras de Apóstol Santiago.
CONFERENCIA. Ganadero Nazario Villafuerte, Milagros Sánchez, Lulú de la Vega, Michelito, alcalde del Rímac y empresario Freddy Villafuerte en el Museo Taurino.
Hace pocos años, cuando Milagros Sánchez estaba en el colegio, se encontraba en una corrida popular en Abancay, organizada por su padre. Junto a su prima cruzaban de un lado a otro la plaza cobrando a los asistentes cuando el locutor que animaba el festejo invitó a las chicas a torear una vaca. Ella se atrevió y le gustó. Desde entonces es torera.
TIENTA. Milagros a la verónica con una brava becerra de Apóstol Santiago.
Al año siguiente se metió a la Escuela Taurina de Acho. Al principio su mamá se oponía, pero al verla tan determinada, toda su familia decidió apoyarla y la mandaron a España para que sea la mejor. Allá vive en Segovia desde hace tres años y ahora visita Lima. Viene de cortar 15 orejas y quiere probarse a sí misma que puede ser profeta en su propia tierra.
MILAGRO DEL PERÚ. Tiene 19 años y está llena de ilusión.
Muchos pueden sorprenderse de ver una mujer en la arena de una plaza de toros, pero Milagros recuerda que a lo largo de la historia siempre ha habido mujeres toreras: "Lo que pasa es que no se les permitía torear a pie, pero yo creo que ahora nos apoyan más" dice.
Chamaca valiente
Es la primera vez que Lulú de la Vega viaja en avión, la primera vez que toreará fuera de su país, la primera vez que vestirá de luces y, lo mejor de todo es que lo hará en Acho, su plaza soñada. La chica se lo merece. En Querétaro, donde vive, entrena todos los días desde las 7 de la mañana hasta el mediodía. Almuerza, se cambia y regresa a entrenar de 4 a 8.
MULETAZO. Lulú iniciando un pase de pecho en los medios.
A los 14, ella también comenzó tentando a una vaca. Ahora tiene 16 y un hermano antitaurino con el que nunca habla de toros, solo de fútbol.
PLAZA SOÑADA. Lulú de la Vega en Acho.
Lulú dice que novio no hay, pero si muchos pretendientes. Pierden el tiempo porque su intención es dedicarse 200% por ciento a su arte: "No puede haber tiempo para andarse cachondeando [enamorando] con un novio, lo mío es el toro. Amigos, los que quieran, adelante".
Quiere ser grande
Michelito Lagravere dice que cuando era chico era gordito. Ahora tiene 10 años y apenas supera la altura de los becerros que mata. Habla hasta por los codos y es encantador. A su corta edad viene de lograr la hazaña de torear 54 corridas este año, 15 de ellas en plazas de primera, y su padre espera que llegue a los 70 festejos en diciembre.
NIÑO CON DUENDE. Michelito ya brilla con luz propia en los alberos.
Hace un par de meses, Michelito le ganó un juicio a los antitaurinos intolerantes que no le querían dejar torear en Francia y tiene claro que siempre será torero, pero por ahora lo primero es el colegio y le dice a los niños que quieran ser como él que primero estudien y después, lo que quieran.
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