Mientras Delgado guardaba el cuadro de la virgen María, ella le abordó inquieta por su misticismo. "Nos ponemos en las manos de Dios", le contestó en español. "Dios es siempre importante, especialmente para los toreros, que están siempre en peligro."
El mexicano Delgado, al lado de Longinos Mendoza (Houston) y David Renk 'El Texano', participó de la novillada organizada por World Class Texas Bullfights, un proyecto cofundado por William Carter y Don Dulin, activistas comunitarios que se dedican a reinsertar en la sociedad a jóvenes desadaptados.
No se veían toros en Houston desde 1986, pero los organizadores decidieron celebrar la corrida para atraer a la población hispana que abunda en la zona. El dúo utiliza la recaudación dejada por los 1,000 asistentes en becas para jóvenes hispanos que quieren asistir a las escuelas.
Carter es un oficial de libertad condicional de menores y en su vida se ha tropezado con muchos jóvenes que deseaban recibir una buena educación, pero no contaban con los recursos necesarios ni con nadie que les preste ayuda.
En el festejo, auspiciado por McDonald's, no se mató a los animales sino que los toreros simularon la suerte de matar colocando una rosa en el lomo de los novillos. El diestro Longinos Mendoza, un banquero del área de Houston que durante 15 años toreó en México, dijo que todos los que asistieron a la corrida se contagiaron de la emoción.Todo fue diversión. Luego de la corrida, los toreros firmaban autógrafos, las familias estadounidenses se mezclaban con las mexicanas en una fiesta en la que no faltaron platos típicos, música y baile.
Fuente: AP, Texasbullfights.com
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