lunes, 28 de julio de 2008

San Martín, los toros y la Independencia

Hoy celebramos los 187 años de la proclamación de la independencia del Perú. En el día de la patria, el reconocido periodista gráfico peruano Oscar Retto Saldaña, gran taurino, nos recuerda que los limeños libres del yugo español homenajearon jubilosos al libertador don José de San Martín con varias corridas de toros realizadas en Acho.

Así lo relató el escritor, dramaturgo, periodista y pionero de la radiodifusión peruana Antonio Garland Sánchez en su libro Lima y el Toreo, publicado en 1948. Allí se reproduce el cartel de la primera corrida de toros del Perú libre e independiente.


La obra de Garland desborda el tema taurino pues explora con sencillez y acuciosidad algunos pasajes de la historia peruana. En ella se da cuenta de que fue el sabio independentista Hipólito Unanue, en 1817, quien gestionó el traspaso de la plaza del Acho al Hospicio de Pobres (hoy Beneficencia de Lima, a la que todavía pertenece).

En el relato de las primeras corridas de la naciente república se aprecian las manifestaciones de la más ferviente peruanidad: "Y en el militar desfile acostumbrado antes de la corrida, esta vez no se presentaría a los godos opresores, sino a los gallardos granaderos argentinos confundidos con los bravos hijos de la patria que todo lo habían sacrificado para cumplir con su deber. Y, cuando en medio de la fiesta de la sangre, entre los vítores y aclamaciones al gran argentino y a los buenos peruanos, surgió la parte cómica del programa no era extraño contemplar sobre los lomos de un overo de Huacaní que asomara un mico provocando a risa en los tendidos porque lucía un uniforme real, y los parlampanes y papahuevos(*), desfilaban por el ruedo disfrazados, asimismo, de figuras grotescas de inquisidores y cabildantes".

El Santo de la Espada presidió las corridas en su honor y fue en Lima un aficionado más: "Tras los vítores y aclamaciones incesantes, San Martín autoriza la lidia con su sonriente gesto satisfecho. El gran Capitán de los Andes contempla curioso el espectáculo. Parécele distinto que en España, es bien diferente. Algo muy típico. Sorpréndele la disposición de las graderías y de los cuartos, la enorme amplitud del ruedo, sus capeadores de a caballo, sus bestiarios duchos en practicar originales suertes. Además esos pregones, ¡qué animados pregones de tan original acento limeño!..¡Qué intencionados le resultan entre el vocear criollo, y cuánto colorido y qué jocundo bullicio entre esa promiscua y apretada concurrencia! ¡Cuán airoso ese valiente capeador Manuel Zapata, quebrando su potro almendrado entre el caracoleo de sus lances de a caballo!...¡Qué decididos aquellos bravos indios huamanguinos que ejecutan la suerte de mojarras(*) y se juegan la vida impasibles y fieros!..¡Cuánto sol y alegría en los tendidos, qué agudeza en el dicterio intencionado, y cuánta gracia en la melada sensualidad de las mujeres!..Diríase que no se va a acabar nunca esta fiesta taurina si el Sol ya en el ocaso no pusiera lívidas sombras sobre las peñolerías del San Cristóbal!..."

Entre 1821 y 1826, la recaudación proveniente de las corridas de toros en Acho fue destinada al ejército libertador y a la compra de navíos para la nueva república. En el libro de Garland también hay un capítulo dedicado a Simón Bolivar, "Un gran aficionado a la tauromaquia".



(*) Glosario:
Parlampanes y papahuevos: Habla de ellos don Ricardo Palma en su tradición De potencia a potencia: "La danza de gigantes parlampanes y papahuevos, los grupos de pallas, y las cofradías de congos, bozales, caravelís, angolas y terranovas, fueron suntuosas. Cada señora de Lima se había encargado de vestir y adornar con sus más ricas alhajas a uno de los farsantes. En las danzas lucía la competencia del lujo".

Suerte de mojarras: Según la Historia taurina del Perú, publicada en 1936 por José Emilio Calmell, era una antigua y cruel suerte, ya descartada del toreo moderno, que consistía en traspasar al toro con una gran lanza que se le incrustaba sobre las patas delanteras a la altura de los órganos nobles.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

ARCHIVO (Todos los artículos)