Textos: Vladimir Terán Altamirano
Fotos: cortesía del diario La República/Julio Angulo
Jesulín de Ubrique se despidió hoy de Lima cortando tres orejas. Miguel Ángel Perera, por su parte, ganó dos orejas. Ambos han salido a hombros de la plaza de toros de Acho luego de culminar la Segunda Corrida de la Feria del Señor de los Milagros. El debutante Ángel Teruel no estuvo en una buena tarde.
El ganado mexicano de Fernando de la Mora estuvo bien presentado aunque, en general, justo de fuerza. Destacaron el segundo y el cuarto que lidiaron Perera y Jesulín respectivamente. Los demás ofrecieron poco juego y sobre todo decepcionó el quinto (segundo de Perera) que se rajó en el tercer tramo de la lidia.
Fotos: cortesía del diario La República/Julio Angulo
Jesulín de Ubrique se despidió hoy de Lima cortando tres orejas. Miguel Ángel Perera, por su parte, ganó dos orejas. Ambos han salido a hombros de la plaza de toros de Acho luego de culminar la Segunda Corrida de la Feria del Señor de los Milagros. El debutante Ángel Teruel no estuvo en una buena tarde.
Despidiéndose de los aficionados limeños.
El ganado mexicano de Fernando de la Mora estuvo bien presentado aunque, en general, justo de fuerza. Destacaron el segundo y el cuarto que lidiaron Perera y Jesulín respectivamente. Los demás ofrecieron poco juego y sobre todo decepcionó el quinto (segundo de Perera) que se rajó en el tercer tramo de la lidia.
La tarde estuvo soleada y los tendidos colmaron más de la mitad de su aforo.
Jesulín de Ubrique
El de Ubrique (traje de color corinto y oro) ha demostrado su maestría en dos sabias faenas cuyas estocadas no fueron perfectas, pero si muy efectivas. Su despedida de Lima ha sido muy emotiva.
Comenzó su primera faena en los medios por verónicas. Azucarero (toro berrendo -negro y blanco- y botinero, pues tenía las patas negras) acudió con sus 480 kilos y una embestida descompuesta que fue corregida por la buena pica de Pedro Cárdenas.
El diestro lo cita al lado de los tendidos de sol e hilvana varias tandas de derechazos "corriendo" o extendiendo la mano, tapandole la cara al toro y rematando con molinete. Intercala naturales largos y templados. Cada pase es mejor que el anterior y los tendidos van entrando en ebullición al ritmo de la música.
Lo mató con una estocada trasera y algo caída. El juez le otorgó una oreja y algunos pitearon.
El segundo toro de Jesús Janeiro fue Paso Fino (entrepelado y bragado de 478 kilos). El matador lo dedica al público y, con la muleta, lo lleva bien a los medios desde donde pronto hace trabajar a la banda de música con tandas de excelentes derechazos. El animal, noble, es llevado por naturales, molinete, más derechazos y otro molinete. Los oles fluyen en ondas de la plaza, pero la labor es mal coronada con una estocada caída que el nuevo juez de plaza, "regalón", premia con dos orejas. Hay aplausos en el arrastre del cornúpeta.
Jesulín se deshace pronto de las orejas para dar una vuelta al ruedo en la que se detuvo en cada tendido para agradecer, conversar, reir, beber vino y, cuando no, coquetear. Rasca la arena de Lima en los medios y la eleva en señal de gratitud.
Comenzó su primera faena en los medios por verónicas. Azucarero (toro berrendo -negro y blanco- y botinero, pues tenía las patas negras) acudió con sus 480 kilos y una embestida descompuesta que fue corregida por la buena pica de Pedro Cárdenas.
El diestro lo cita al lado de los tendidos de sol e hilvana varias tandas de derechazos "corriendo" o extendiendo la mano, tapandole la cara al toro y rematando con molinete. Intercala naturales largos y templados. Cada pase es mejor que el anterior y los tendidos van entrando en ebullición al ritmo de la música.
Lo mató con una estocada trasera y algo caída. El juez le otorgó una oreja y algunos pitearon.
Jesulín de Ubrique matando a su primer toro.
El segundo toro de Jesús Janeiro fue Paso Fino (entrepelado y bragado de 478 kilos). El matador lo dedica al público y, con la muleta, lo lleva bien a los medios desde donde pronto hace trabajar a la banda de música con tandas de excelentes derechazos. El animal, noble, es llevado por naturales, molinete, más derechazos y otro molinete. Los oles fluyen en ondas de la plaza, pero la labor es mal coronada con una estocada caída que el nuevo juez de plaza, "regalón", premia con dos orejas. Hay aplausos en el arrastre del cornúpeta.
Derechazo magistral al segundo toro que le toco en suerte.
Jesulín se deshace pronto de las orejas para dar una vuelta al ruedo en la que se detuvo en cada tendido para agradecer, conversar, reir, beber vino y, cuando no, coquetear. Rasca la arena de Lima en los medios y la eleva en señal de gratitud.
Emotiva vuelta al ruedo y despedida de Jesulín de Ubrique.
Miguel Ángel Perera
El torero extremeño (luciendo de grana y oro) ha estado con unas ganas tremendas de volver a llevarse el Escapulario de Oro y extraordinario con ambos toros. Lástima que no acertó con la espada en el primero y su segundo enemigo se le vino abajo muy pronto.
Su primer enemigo fue Jefe, un entrepelado de 505 kilos que de salida embisitó con las patas por delante. Casi no quiso tomar la pica, ni dejó el diestro que lo puyaran demasiado. En el quite, emocionaron las tafalleras.
El propio matador bregó para sus banderilleros. Brindó la muerte de Jefe a Acho. La faena comenzó con derechazos que pronto se hicieron invertidos y remataron en pases de pecho. Las series se repitieron y con la izquierda también hubo toreo en redondo. Suena la música, los dos intérpretes parecían haberse puesto de acuerdo o haber ensayado previamente pues ya sabían de memoria cual era el siguiente paso que ambos darían en una danza que puso de pie al aficionado y que, por un momento, trajo a la memoria epicas hazañas de los maestros de los 80.
Miguel Ángel Perera toreando en redondo.
Sin abrir el hocico, se dispuso a ser bien matado el noble, pero le pincharon y le hicieron doblar con una estocada tendida y trasera. ¡Qué lástima! y, para remate, se regaló una oreja.
No quiso Perera que le den ni un pase de más a Preferido (negro bragado, pobre de cuernos, 520 kilos), su segundo toro, al que recibió por verónicas. Apenas permitió una pica y luego se lució con hermosas gaoneras rematadas con fregolinas.
Vistosa gaonera del torero extremeño.
Tras los buenos pares del nacional César Díaz, El Yuca, volvió a brindar al público. No sabía que no había mucho pan que rebanar con el de Fernando de la Mora. Luego de dos emocionantes cambiados y pases de pecho, con sus oles respectivos, intentó una infructuosa faena a base de derechazos, pero ya no había toro.
Derecha poderosa de Perera.
El torero se empeña, pero el toro se le quedaba.
Las ganas de agradar y las ansias de triunfo le hicieron prolongar el asunto entre los pitones del animal hasta escuchar el aviso de la autoridad. Ejecutó un espadazo trasero caído y se volvió a otorgar una oreja.
¿Qué las orejas no se obtenían con el estoque?
Ángel Teruel
Teruel hijo (añil y oro con taleguilla belmontina) debutó en Acho. Estuvo muy empeñoso, pero no logró cuajar su tarde ni emocionar a los asistentes quienes, sin embargo, aquilataron su entrega.
Teruel se presenta ante el aficionado de Lima
Ni con Mar de Nubes (negro entrepelado de 490 kilos), ni con Señorón (lucero de 500) pudo lucirse este matador que tomó la alternativa en setiembre pasado. Afortunadamente le sobra juventud para reeditarse.
Teruel intentando por derecha. No le funcionó.
Brindó el segundo toro, acaso el mejor de la tarde, a las pertinaces aficionadas de la Peña femenina Ángel Teruel, fundada en 1971, que seguramente añoraron los excelentes garapullos de su padre.
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