- Bicentenaria Plaza de Toros de Acho celebra aniversario con encerrona taurina el martes 30 de enero a las 11.00 de la mañana.
En 1766, a iniciativa del alcalde de Lima Agustín de Landaburu, se construyó la plaza de toros de la ciudad a la ribera del río Rímac. Acho es la tercera plaza más antigua del mundo y la Primera de América. Sólo la Maestranza de Sevilla y la plaza de toros de Zaragoza existían antes de la inauguración del coso rimense.
En 1766, a iniciativa del alcalde de Lima Agustín de Landaburu, se construyó la plaza de toros de la ciudad a la ribera del río Rímac. Acho es la tercera plaza más antigua del mundo y la Primera de América. Sólo la Maestranza de Sevilla y la plaza de toros de Zaragoza existían antes de la inauguración del coso rimense.
Grabado colonial (imagen: Wikipedia)
Hacho (en quechua: lugar elevado desde donde se divisa el mar) se convirtió desde ese año en el sitio definitivo donde habrían de celebrarse los festejos taurinos que tenían lugar en las plazas públicas desde la misma fundación de la capital peruana, dos siglos antes.
La primera corrida de toros efectuada en la Plaza firme del Hacho, se realizó el 30 de Enero de 1766, de acuerdo a la investigación del doctor Aurelio Miro Quesada Sosa, destacado intelectual peruano que fue director del diario El Comercio, cuyo profundo trabajo al respecto expusiera con motivo del bicentenario de la inauguración del coso del Rímac, el 9 de Febrero de 1966, en el Museo Taurino de Acho.
El cartel de la corrida inaugural lo integraron los espadas nacionales Pisi, Gallipavo y Maestro de España. El primer toro lidiado fue Albañil Blanco, con divisa caña y rosado, de la hacienda Gómez de Cañete, propiedad del burgomaestre limeño, Agustín de Landaburu.
A esta primera corrida de toros asistió el Virrey Manuel de Amat y Juniet, y el festejo se realizó sin contar todavía con el permiso y autorización del rey de España Carlos III. Desde aquella época Acho ha sido testigo de la evolución del toreo en el Perú, desde el apogeo de las figuras y suertes nacionales de los primeros siglos y su administración por parte de la Junta Real de Beneficencia de Lima a partir de 1832, pasando por la institución de la corrida formal a finales del siglo XIX, hasta nuestros días.
La primera corrida de toros efectuada en la Plaza firme del Hacho, se realizó el 30 de Enero de 1766, de acuerdo a la investigación del doctor Aurelio Miro Quesada Sosa, destacado intelectual peruano que fue director del diario El Comercio, cuyo profundo trabajo al respecto expusiera con motivo del bicentenario de la inauguración del coso del Rímac, el 9 de Febrero de 1966, en el Museo Taurino de Acho.
El cartel de la corrida inaugural lo integraron los espadas nacionales Pisi, Gallipavo y Maestro de España. El primer toro lidiado fue Albañil Blanco, con divisa caña y rosado, de la hacienda Gómez de Cañete, propiedad del burgomaestre limeño, Agustín de Landaburu.
A esta primera corrida de toros asistió el Virrey Manuel de Amat y Juniet, y el festejo se realizó sin contar todavía con el permiso y autorización del rey de España Carlos III. Desde aquella época Acho ha sido testigo de la evolución del toreo en el Perú, desde el apogeo de las figuras y suertes nacionales de los primeros siglos y su administración por parte de la Junta Real de Beneficencia de Lima a partir de 1832, pasando por la institución de la corrida formal a finales del siglo XIX, hasta nuestros días.
Corrida de confraternidad peruano nortemaericana a principios del siglo XX (foto: Flickr)
En el siglo XX , el albero de Acho fue pisado por los más grandiosos intérpretes de la tauromaquia moderna como José Gómez Ortega (Gallito), Juan Belmonte, Rodolfo Gaona, Fermín Espinosa (Armillita), Carlos Arruza, Domingo Ortega, Luis Miguel Dominguín, Antonio Bienvenida, César Girón, Antonio Ordóñez, 'Paco' Camino, Santiago Martín (El Viti), Manuel Benítez (El Cordobés), Paco Ojeda, José Mari Manzanares, Juan Antonio Ruiz Espartaco, Enrique Ponce, José Tomás y Julián López El Juli entre otros. Hoy la plaza luce majestuosa y recia ante el paso de los años y adaptada a las demandas de la época.
Toril de Acho (foto: Miguel Bellido/Wikipedia)
En 1945 se hizo necesario remodelar el coso. El diámetro del ruedo (hasta entonces el más largo del mundo) se redujo de 90 a 60 metros. Sin embargo se amplió su aforo de 6 mil 300 a 13 mil 700 espectadores.
En la corrida de reinauguración participaron los toreros Rafael Ponce Rafaelillo, Juanito Belmonte Campoy, hijo de Juan Belmonte, y Adolfo Rojas El Nene.
Un año despés, a iniciativa del ilustre periodista Manuel Solari Swayne, Señó Manué, se inauguró la famosa Feria del Señor de los Milagros. Aquella tarde del 12 de octubre de 1946 partieron plaza el legendario Manuel Rodríguez Sánchez, Manolete, el mexicano Luis Procuna y Alejandro Montani, El Sol del Perú. Procuna, el impredecible torero azteca, cortó dos orejas y salió a hombros.
A la romántica plaza rosada de América la acompaña, cual galán enamorado, el misterioso Mirador de Ingunza, minarete republicano construido en 1858 por el abogado peruano Francisco Esteban de Ingunza y Basualdo tras haber recorrido y admirado las atalayas que dominaban los paisajes de los países musulmanes que visitó. Plaza y mirador han sido declarados monumentos históricos de Lima.
Existe una versión mítica, pero no acreditada, según la cual el mirador habría sido construído por Ingunza a raíz de una rivalidad amorosa con el virrey Amat y Juniet, quien le habría prohibido el ingreso a la plaza.
En la corrida de reinauguración participaron los toreros Rafael Ponce Rafaelillo, Juanito Belmonte Campoy, hijo de Juan Belmonte, y Adolfo Rojas El Nene.
Un año despés, a iniciativa del ilustre periodista Manuel Solari Swayne, Señó Manué, se inauguró la famosa Feria del Señor de los Milagros. Aquella tarde del 12 de octubre de 1946 partieron plaza el legendario Manuel Rodríguez Sánchez, Manolete, el mexicano Luis Procuna y Alejandro Montani, El Sol del Perú. Procuna, el impredecible torero azteca, cortó dos orejas y salió a hombros.
A la romántica plaza rosada de América la acompaña, cual galán enamorado, el misterioso Mirador de Ingunza, minarete republicano construido en 1858 por el abogado peruano Francisco Esteban de Ingunza y Basualdo tras haber recorrido y admirado las atalayas que dominaban los paisajes de los países musulmanes que visitó. Plaza y mirador han sido declarados monumentos históricos de Lima.
Existe una versión mítica, pero no acreditada, según la cual el mirador habría sido construído por Ingunza a raíz de una rivalidad amorosa con el virrey Amat y Juniet, quien le habría prohibido el ingreso a la plaza.
Paseíllo en Acho (foto: El Comercio/Enciclopedia Temática del Perú)
La Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana convoca para este martes 30 de enero, a las 11.00 de la mañana, en el Museo Taurino de Acho (Jr. Hualgayoc cuadra 3 Rímac), a las actividades en conmemoración de esta importante fecha. A esa hora se celebrará una misa, seguida de un breve acto protocolar, almuerzo de camaradería y, como fin de fiesta, una tradicional encerrona taurina. Los actos serán presididos por las primeras autoridades del Estado y por el Presidente del Directorio de la Beneficencia, Manuel Eguiguren Callirgos.
Más: ACHO
Acaba de nacer –El blog del Manifiesto de los Aficionados– para sumar adhesiones a la iniciativa de un grupo de aficionados a los toros que reclaman una fiesta íntegra, auténtica y justa.
ResponderBorrarVamos César, no abandones tu blog.
ResponderBorrarUn abrazo desde Madrid
super ah no soy una aficocionada pero el blog esta tan completo q pues te engancha ...kisiera contactarlo ya q trabajo en turismo de aventura y bueno es tan adrenalinico como los toros y me gustaria hacerle algunas consultas personales mi mail es gokartsperu@hotmail.com xfavor espero contactemos gracias
ResponderBorrarDe nino mi padre me llevaba a las corridas en Acho, hoy de grande el ya no esta pero quiero recobrar esta aficion hispana.
ResponderBorrarSaludos!
ES FABULOSO E INCREIBLE
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